En un lugar donde el voyeurismo, el morbo y lo bizarro encontraron el valor que la sociedad siempre ha tratado de ocultar; Panormika quiso instalar una obra interactiva, hecha de miradas implacables y críticas. Desde allí lo vimos todo, con ojos de muchos colores que perseguían al que quisieran y como se les daba la gana.
Así pasa en realidad: el que quiere mira, juzga y persigue con libertad; todos somos observados y casi siempre ignoramos de dónde y por qué.
La obra; un mapping interactivo hecho con un software de captura (custom made) a la media, desarrollado en OpenFrameWorks del cual pronto liberaremos su código. Lo que hace es trackear la presencia de los cuerpos percibidos por un kinect y esos datos los envía mediante OSC (Protocolo de comunicación) a Quartz Composer que es leído por MadMapper. El resultado: ojos que seleccionan y persiguen con la mirada a quien quieran.
“No me canso de bailar y contemplar las proyecciones”
Mientras tanto lo sórdido y las ruinas encantadoras del Teatro Odeón, eran pista de pogo y descontrol; proyecciones alteradas en las fachadas, columnas y paredes, eran hechas por Panoramika para contribuir a la locura.
Noche llena de furia, en la que Panoramika hizo de las suyas.
Att: Panoramiko.